En ocasiones, nos olvidamos de el cuerpo, prestando mayor atención a la piel de nuestra cara. Pero el rostro y el cuerpo nos piden a gritos unos cuidados básicos para mantener su juventud y combatir los signos de la edad.

¿Quieres saber cuáles son los cuidados de la piel que deberías seguir?

Productos y tratamientos adecuados para cada tipo de piel

No todo vale. De nada sirve utilizar una crema cualquiera o un tratamiento general si no está adaptado a tu tipo de piel, ya que cada piel tiene diferentes características y, por tanto, distintas necesidades. Los productos a aplicar serán diferentes si tienes la piel seca o si la tienes grasa; si necesitas elasticidad o si tu rostro requiere de luminosidad.

Los productos o tratamientos con ingredientes naturales son los que producen un efecto más natural. En este sentido, la redensificación con ácido hialurónico es la opción perfecta para quienes buscan retrasar el envejecimiento de la piel mediante un tratamiento poco invasivo. Reestructura la piel, mejora la elasticidad y firmeza y ‘rellena’ las arrugas.

Exfoliación

Es recomendable exfoliarse entre una y dos veces a la semana. Es importante que lo respetes, ya que tan perjudicial es no cuidarse la piel, como exfoliarse en exceso.

Este cuidado de la piel te ayudará a combatir los efectos que producen la contaminación o el estrés en el cuerpo y en el rostro, como las temidas manchas, sobre las cuales actúa la redensificación e incluso las previene, mejorando la textura de la piel.

Hidratación profunda

Hidratar la epidermis es uno de los cuidados de la piel más importantes, pero no solo a través de cremas, sino también con agua.

La falta de esta en la piel hará que se vea seca, apagada y, poco a poco, provocará la aparición de las temidas arrugas y grietas.

La dermis está compuesta en un 70% de agua, y la epidermis, en un 15%. Por lo que, si quieres ver tu piel tersa, firme y luminosa, el cuidado diario más básico es la hidratación de la piel bebiendo agua.

También la puedes incrementar con la redensificación con ácido hialurónico, que reafirma los tejidos, favorece la circulación de la sangre y provoca un efecto nutritivo.

De hecho, la redensificación es un tratamiento para la corrección y prevención del envejecimiento cutáneo que activa las funciones de las células de la piel proporcionando una mejora en textura, luminosidad, elasticidad e hidratación.

Entre sus propiedades destaca su capacidad para atraer y retener el agua en la piel, facultad que se va ralentizando con el paso de los años, y es la principal causa de la falta elasticidad y la aparición de flacidez.

Especial atención a ciertas zonas

Así como cada tipo de epidermis requiere de distintos cuidados de la piel, cada zona necesita de una atención diferente. Por ejemplo, el área de los ojos es muy frágil y requiere de productos específicos, así como los labios, que necesitan de un cuidado especial, tanto para su limpieza como para su hidratación.

La especial atención va orientada a la consecución de un rostro liso y terso. Precisamente, de eso se encarga la redensificación, que combate el engrosamiento de la piel consiguiendo un efecto lifting y firmeza, junto con un efecto antioxidante que combate el fotoenvejecimiento de la piel.

Protección solar

Es un cuidado que todos sabemos que hay que tener, pero que muy pocos aplicamos.

Y es que no somos conscientes del impacto que los rayos del sol tienen sobre la piel. El sol es el principal acelerador del envejecimiento cutáneo.

Por ello, sea cual sea la estación del año, es imprescindible introducir en nuestra rutina un cuidado que incorpore un protector solar y, por supuesto, no exponerse al sol de manera prolongada.

Y el siguiente paso es REDENSIFICAR , te lo explico en mi próximo post !